El embarazo es una etapa emocionante y llena de anticipación para las futuras madres. Sin embargo, una de las principales preocupaciones que surgen durante este período es determinar el momento adecuado para dar a luz a un bebé sano y seguro. La duración del embarazo y el momento óptimo para el parto son temas que generan mucha inquietud entre las mujeres embarazadas.

En este artículo, exploraremos en profundidad la importancia de llegar a las 39 semanas de gestación antes de dar a luz, y analizaremos los posibles riesgos asociados con los partos prematuros o demasiado tardíos. Además, brindaremos recomendaciones y consejos prácticos para que las futuras madres puedan tomar decisiones informadas sobre el momento adecuado para dar la bienvenida a sus bebés.

¿Por qué es importante llegar a las 39 semanas de embarazo?

Aunque comúnmente se piensa que el embarazo dura 9 meses, lo ideal es que se extienda aproximadamente 10 meses o 40 semanas. Las investigaciones han demostrado que los bebés que tienen 39 semanas de desarrollo en el útero tienen mejores resultados de salud en comparación con aquellos que nacen antes o después de este período.

Durante las últimas semanas del embarazo, el cerebro, los pulmones, el hígado y otros órganos importantes del bebé atraviesan una fase crucial de desarrollo. Por ejemplo, el cerebro del bebé a las 35 semanas de gestación pesa solo dos tercios de lo que pesará entre las semanas 39 y 40. Esto significa que las últimas semanas de embarazo son fundamentales para que estos órganos terminen de madurar y el bebé pueda nacer en las mejores condiciones posibles.

Además, los bebés que nacen a las 39 semanas o después tienen menos probabilidades de sufrir problemas de salud, como dificultades respiratorias, problemas de alimentación, parálisis cerebral y trastornos del desarrollo, en comparación con aquellos que nacen antes de tiempo.

¿Qué sucede si se programa el nacimiento antes de las 39 semanas?

En algunos casos, los profesionales de la salud pueden recomendar programar el nacimiento del bebé antes de las 39 semanas de gestación debido a problemas de salud de la madre o del bebé. Sin embargo, si el embarazo es saludable, es mejor esperar a que el trabajo de parto comience de forma natural.

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Programar el nacimiento del bebé significa que tanto la madre como el profesional de la salud deciden cuándo tendrá lugar el parto, ya sea mediante inducción o cesárea. Aunque esta opción puede ser necesaria en ciertas circunstancias, conlleva algunos riesgos:

Riesgos de la inducción del parto:

• Contracciones más intensas y frecuentes, lo que puede afectar la frecuencia cardíaca del bebé.
• Mayor probabilidad de infecciones tanto para la madre como para el bebé.
• Posibilidad de ruptura uterina, aunque esto ocurre con poca frecuencia.
• Mayor riesgo de requerir una cesárea si el medicamento no logra desencadenar el trabajo de parto.

Riesgos de la cesárea:

• Problemas respiratorios y otras complicaciones médicas para el bebé.
• Mayor probabilidad de necesitar cesáreas en embarazos futuros.
• Recuperación más prolongada para la madre, con posibles complicaciones como infecciones, sangrado o coágulos de sangre.

Por lo tanto, si no hay razones médicas que justifiquen adelantar el parto, es mejor esperar hasta que el bebé cumpla al menos 39 semanas de gestación. Esto le brindará el tiempo necesario para que sus órganos terminen de desarrollarse y le dará a la madre y al bebé la mejor oportunidad de tener resultados saludables.

¿Cómo saber si mi bebé está listo para nacer?

Existen varias señales que indican que el bebé está preparado para nacer. Algunas de ellas son:

• Contracciones regulares: El principal signo del inicio del trabajo de parto es una serie de contracciones uterinas que se vuelven más fuertes, duraderas y frecuentes con el tiempo. Cuando las contracciones son regulares cada 5 a 10 minutos durante una hora, es momento de informar al proveedor de atención médica.
• Descenso del bebé: Este fenómeno, también conocido como «aligeramiento», se refiere a cuando el bebé se mueve hacia la parte inferior del útero. Esto puede ocurrir varias semanas antes del parto o justo cuando comienza el trabajo de parto. Algunas mujeres sienten una sensación de alivio y facilidad para respirar cuando el bebé desciende.
• Aumento del flujo vaginal: Cuando el cuello uterino comienza a dilatarse, se puede producir una secreción clara, rosada o ligeramente sanguinolenta, conocida como «tapón mucoso» o «tapón sangriento». Esto puede suceder días antes del inicio del trabajo de parto o justo cuando este comienza.
• Rotura de la fuente: La ruptura espontánea del saco amniótico, comúnmente conocida como «rotura de la fuente», también es una señal de que el trabajo de parto está por comenzar.

Es importante monitorear estos signos y mantener una comunicación constante con el proveedor de atención médica para determinar el momento adecuado para acudir al hospital o centro de maternidad.

¿Qué sucede si el embarazo se prolonga más allá de las 39 semanas?

Aunque la fecha prevista de parto es un cálculo aproximado, es común que los bebés nazcan antes o después de esta fecha. De hecho, un embarazo solo se considera «prolongado» cuando han transcurrido dos semanas después de la fecha prevista de parto.

Existen algunos factores que pueden aumentar la probabilidad de que un embarazo se prolongue más allá de las 39 semanas, como:

• Ser primeriza
• Haber tenido un embarazo anterior que se prolongó más de dos semanas después de la fecha prevista de parto
• Tener un bebé varón
• Tener un índice de masa corporal de 30 o más (obesidad)
• Que la fecha prevista de parto haya sido calculada incorrectamente

En estos casos, el proveedor de atención médica realizará pruebas para evaluar la salud del bebé y del líquido amniótico. Dependiendo de los resultados, puede recomendar la inducción del trabajo de parto para evitar posibles complicaciones asociadas con un embarazo prolongado.

Riesgos de un embarazo prolongado

Un embarazo que se extiende más allá de las 42 semanas se considera «prolongado» y puede conllevar ciertos riesgos tanto para la madre como para el bebé:

Riesgos para el bebé:

• Tamaño más grande de lo normal (macrosomía fetal), lo que aumenta la probabilidad de complicaciones durante el parto, como la necesidad de usar instrumentos como fórceps o ventosa, o incluso una cesárea.
• Síndrome de posmadurez, caracterizado por una disminución de la grasa subcutánea, falta de unto sebáceo, disminución del vello suave y tinción del líquido amniótico, la piel y el cordón umbilical por la primera evacuación intestinal del bebé (meconio).
• Bajo nivel de líquido amniótico (oligohidramnios), lo que puede afectar la frecuencia cardíaca del bebé y comprimir el cordón umbilical durante las contracciones.

Riesgos para la madre:

• Desgarros vaginales graves
• Infecciones
• Sangrado posparto

Por lo tanto, es importante que el proveedor de atención médica realice un seguimiento cercano del embarazo cuando este se prolonga más allá de las 39 semanas y, de ser necesario, recomiende la inducción del trabajo de parto para evitar posibles complicaciones.

¿Cómo se induce el trabajo de parto?

Cuando el embarazo se prolonga más allá de las 39 semanas o existen razones médicas para adelantar el parto, el proveedor de atención médica puede recomendar la inducción del trabajo de parto. Esto implica el uso de diversos métodos para iniciar las contracciones uterinas antes de que el trabajo de parto comience de forma natural. Algunos de estos métodos incluyen:

• Maduración del cuello uterino: Se pueden administrar medicamentos para ablandar y dilatar el cuello uterino, o incluso introducir un catéter con un globo inflable en el cuello del útero para lograr este efecto.
• Despegamiento de las membranas: El proveedor de atención médica puede introducir un dedo enguantado para despegar el recubrimiento del saco amniótico cerca del feto, lo que ayuda a separar el saco de la pared uterina.
• Rotura del saco amniótico: Si el saco amniótico aún no se ha roto, el proveedor puede hacer un pequeño orificio para liberar el líquido amniótico y desencadenar el trabajo de parto.
• Uso de medicamentos: Se puede administrar una versión sintética de la hormona oxitocina (Pitocin) para inducir las contracciones uterinas y así iniciar el trabajo de parto.

Estos procedimientos generalmente se realizan en la unidad de trabajo de parto y parto del hospital, bajo la supervisión del equipo médico.

Recomendaciones para un embarazo saludable

Independientemente de si se programa o no el nacimiento del bebé, es importante seguir una serie de recomendaciones para tener un embarazo saludable:

• Acudir a todas las citas de control prenatal y mantener una comunicación constante con el proveedor de atención médica.
• Seguir una dieta equilibrada y tomar suplementos como ácido fólico, según las indicaciones del profesional.
• Mantenerse activa de forma segura, consultando al médico sobre las actividades físicas apropiadas.
• Evitar el consumo de alcohol y tabaco.
• Controlar cualquier afección preexistente, como la diabetes.
• Estar atenta a los signos y síntomas del trabajo de parto y saber cuándo acudir al hospital o centro de maternidad.

Seguir estas recomendaciones ayudará a garantizar que tanto la madre como el bebé se mantengan sanos y seguros durante todo el embarazo y el parto.

Conclusión

En resumen, llegar a las 39 semanas de embarazo antes de dar a luz es fundamental para asegurar el desarrollo completo de los órganos del bebé y minimizar los riesgos de complicaciones tanto para la madre como para el recién nacido. Aunque en algunos casos puede ser necesario programar el nacimiento antes de este plazo, es preferible esperar a que el trabajo de parto comience de forma natural, siempre y cuando no haya razones médicas que justifiquen una inducción o cesárea anticipada.

Estar atenta a las señales del inicio del trabajo de parto, mantener una comunicación estrecha con el proveedor de atención médica y seguir las recomendaciones para un embarazo saludable son claves para tener un parto seguro y exitoso. Recuerda, el bienestar de la madre y el bebé es lo más importante, y con la información adecuada, podrás tomar las mejores decisiones para su cuidado.

Referencias

1. Healthy Children. (21 de Febrero de 2019). ¿Vale la pena programar el parto antes de las 39 semanas?
2. Mayo Clinic. (22 de Septiembre de 2022). Embarazo pasado de término: qué hacer cuando el bebé no llega.
3. Nacersano. (Agosto de 2018). Por qué llegar al menos a las 39 semanas es lo mejor para su bebé.
4. NIH. (Septiembre de 2013). Deje que el bebé determine la fecha de parto. National Institutes of Health.
5. NIH. (10 de Noviembre de 2019). ¿Cuándo suele comenzar el trabajo de parto? National Institutes of Health.