Cuando se trata de amamantar, es natural que las mamás se sientan inseguras en ocasiones. Las dudas y preocupaciones pueden aumentar cuando el bebé llora o se muestra inquieto durante la lactancia. Sin embargo, es importante saber que estos comportamientos son comunes y pueden estar relacionados con las denominadas «crisis de lactancia» o «brotes de crecimiento«. En este artículo, exploraremos las posibles causas de por qué tu bebé se inquieta al amamantar y cómo manejar estas situaciones con confianza y tranquilidad.
¿Qué son las crisis de lactancia?
Las crisis de lactancia, también conocidas como brotes de crecimiento, son etapas en las que el bebé demanda más el pecho para aumentar la producción de leche materna y satisfacer sus necesidades de crecimiento. Durante estos períodos, es común que el bebé se muestre más inquieto, llore con mayor frecuencia y quiera amamantar con mayor frecuencia. Estas crisis suelen ocurrir en momentos específicos del desarrollo del bebé, como a los 15-20 días, 6-7 semanas, 3 meses y 12 meses, aunque las fechas y duraciones pueden variar.
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Por qué mi bebé se queja al amamantar
Existen varias razones por las que tu bebé puede inquietarse durante la lactancia. A continuación, exploraremos algunas de las causas más comunes y cómo abordarlas:
Ajuste de la producción de leche
Durante las crisis de lactancia, el bebé puede demandar más el pecho debido a un aumento en su necesidad de leche para sostener su rápido crecimiento. Esta demanda adicional puede hacer que el bebé esté más inquieto y busque amamantar con mayor frecuencia. Es importante recordar que la succión es la forma en que el bebé estimula la producción de leche, por lo que amamantar con más frecuencia puede ayudar a ajustar la producción a las necesidades del bebé.
Postura incorrecta al amamantar
Es posible que el bebé se inquiete durante la lactancia si no se encuentra en la posición adecuada para amamantar. Una mala postura puede dificultar la succión eficiente y hacer que el bebé se sienta frustrado. Es recomendable buscar la asesoría de un especialista en lactancia para aprender las mejores técnicas de amamantamiento y asegurarse de que el bebé esté cómodo y bien posicionado durante la lactancia.
Cambios en la composición de la leche
Durante las crisis de lactancia, la composición de la leche materna puede cambiar temporalmente. Esto puede deberse a factores como el crecimiento del bebé, cambios hormonales o incluso la dieta de la madre. Estos cambios pueden afectar el sabor de la leche y causar que el bebé se muestre más inquieto o rechace el pecho. Sin embargo, es importante recordar que estos cambios son normales y temporales. Continuar amamantando con regularidad ayudará a que el bebé se adapte a estos cambios y siga recibiendo la nutrición adecuada.
Malestar físico del bebé
El malestar físico, como la obstrucción nasal, el reflujo gastroesofágico o las alergias alimentarias, puede hacer que el bebé se sienta incómodo durante la lactancia y se inquiete. Es importante estar atentos a cualquier señal de malestar físico en el bebé y consultar con el pediatra si sospechamos que puede haber un problema subyacente. El tratamiento adecuado de estas condiciones puede ayudar a que el bebé se sienta más cómodo durante la lactancia.
Factores externos
Factores externos, como el ruido ambiental, los olores fuertes o la presencia de distracciones, también pueden afectar la tranquilidad del bebé durante la lactancia. Es recomendable crear un ambiente tranquilo y libre de distracciones durante la lactancia para ayudar al bebé a concentrarse en la alimentación. Además, el contacto piel con piel y el uso de técnicas de relajación, como el masaje, pueden ayudar a calmar al bebé y promover una lactancia más tranquila.
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Cómo manejar las situaciones de inquietud durante la lactancia
Cuando tu bebé se inquieta durante la lactancia, es importante mantener la calma y recordar que estos comportamientos son normales durante las crisis de lactancia. Aquí hay algunas estrategias que puedes implementar para manejar estas situaciones:
Amamantar con frecuencia
Durante las crisis de lactancia, el bebé puede necesitar amamantar con más frecuencia para satisfacer su creciente necesidad de leche. Permitir que el bebé amamante a demanda y ofrecerle el pecho con mayor frecuencia puede ayudar a satisfacer estas necesidades y ajustar la producción de leche a las demandas del bebé.
Buscar apoyo y asesoramiento
Si tienes dudas o inquietudes sobre la lactancia, es recomendable buscar apoyo y asesoramiento de profesionales en lactancia, como especialistas o consultores en lactancia. Estos expertos pueden brindarte información y orientación personalizada sobre las mejores técnicas de amamantamiento, la posición adecuada y cómo manejar las crisis de lactancia.
Cuidar la alimentación y el bienestar
Mantener una dieta equilibrada y saludable es importante durante la lactancia, ya que lo que consumes puede afectar la composición de la leche materna. Evitar alimentos que puedan causar malestar al bebé, como alimentos picantes o con cafeína, puede ayudar a prevenir reacciones adversas. Además, dedicar tiempo para el autocuidado y el descanso adecuado también puede tener un impacto positivo en tu bienestar y en la lactancia.
Buscar momentos de tranquilidad
Crear un ambiente tranquilo y libre de distracciones durante la lactancia puede ayudar al bebé a concentrarse en la alimentación y reducir su inquietud. Apagar dispositivos electrónicos, encontrar un lugar cómodo y utilizar técnicas de relajación, como el masaje o la música suave, pueden promover una experiencia más tranquila y placentera tanto para el bebé como para la madre.
Permanecer atentos a las señales del bebé
Observar y comprender las señales del bebé es fundamental para satisfacer sus necesidades durante la lactancia. Presta atención a las señales de hambre, saciedad, malestar físico o cualquier otro indicio de que el bebé pueda necesitar algo. Respeta el ritmo y las necesidades individuales de tu bebé, y recuerda que cada bebé es único.
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Conclusión
La inquietud o el llanto del bebé durante la lactancia pueden ser indicativos de las crisis de lactancia, etapas normales en el desarrollo del bebé en las que demanda más el pecho para ajustar la producción de leche a sus necesidades de crecimiento. Es importante comprender que estos comportamientos son temporales y que amamantar con frecuencia y buscar apoyo pueden ayudar a superar estas situaciones con confianza. Mantén la calma, escucha a tu bebé y confía en tu instinto maternal mientras navegas por esta hermosa etapa de la lactancia materna.
Referencias
- Charfén, A. (24 de Julio de 2020). Mi bebe llora cuando toma pecho, succiona y lo suelta. CozyBebe.
- Enfamil. (10 de Mayo de 2019). Por qué mi bebé llora cuando mama.
- Escandón Cox, N. (13 de Octubre de 2020). ¿Tu bebé se queja y retuerce al ponerlo al pecho? ¿Quiere estar pegado todo el día? Aprende sobre los «brotes de crecimiento». Mamurri.
- Estapé, A. (17 de Marzo de 2021). Las crisis de lactancia: ¿cómo reconocerlas? Anna Estape.
- Healthy Children. (25 de Noviembre de 2015). Signos de advertencia de problemas con la lactancia materna.
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