Un bebé de 7 días de nacido está en una etapa de adaptación y aprendizaje continuo. Aunque parezca que solo duerme, llora y come, su pequeño cuerpo y mente están trabajando intensamente para adaptarse al mundo fuera del útero. En esta primera semana, los padres suelen preguntarse si el comportamiento de su recién nacido es normal, qué esperar en cuanto a su desarrollo y cómo cuidarlo adecuadamente. Aquí te lo contamos todo.
Durante los primeros días, los movimientos de tu bebé son reflejos automáticos. Puede mover sus brazos y piernas, girar la cabeza hacia un lado y apretar los puños, pero no controla sus movimientos de forma consciente. Estos reflejos, como el de succión o el de búsqueda, son esenciales para su supervivencia.
La actividad física de un recién nacido es limitada, pero su cerebro está trabajando intensamente. Por ejemplo, aunque parezca que solo duerme, está procesando nuevas experiencias sensoriales como el sonido de tu voz, el tacto de tu piel y las luces y sombras de su entorno.
En este período, es normal que tu bebé pierda entre un 7% y un 10% de su peso al nacer debido a la pérdida de fluidos corporales. Esta pérdida se recupera entre los 7 y 10 días de vida. Además, muchos bebés atraviesan su primer estirón durante esta etapa, lo que puede hacer que coman con mayor frecuencia.
En cuanto al comportamiento, los bebés de una semana responden a estímulos básicos: giran la cabeza hacia un sonido familiar, buscan el pezón al sentir un roce en la mejilla y suelen mostrar reflejos como el de Moro (al sobresaltarse) o el prensil, con el que agarran tu dedo.
En sus primeros días, el bebé recibe calostro, una leche rica en nutrientes y anticuerpos esenciales para su sistema inmunológico. A partir del cuarto o quinto día, la leche madura comienza a reemplazar al calostro, lo que puede coincidir con un aumento de peso en el bebé.
Es importante observar que tu bebé parezca satisfecho después de cada toma y que puedas escuchar cómo traga. En caso de dudas sobre si está comiendo lo suficiente, consulta con un pediatra o un asesor en lactancia.
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Aunque muchos padres temen exponer al recién nacido al exterior, no hay una regla estricta que lo prohíba. Si el bebé está sano, puede salir de casa, siempre que sea a lugares tranquilos y seguros. Es fundamental evitar aglomeraciones y protegerlo de cambios bruscos de temperatura o personas enfermas.
Contacta al pediatra si notas que tu bebé:
Los ciclos de sueño-vigilia de un recién nacido son impredecibles. Los periodos de sueño suelen durar entre 30 y 50 minutos, alternándose con momentos breves de vigilia. Durante esta etapa, el sueño REM (movimientos oculares rápidos) es predominante y esencial para el desarrollo cerebral.
El muñón del cordón umbilical comenzará a secarse y caerá entre los 10 días y las 3 semanas de vida. Mientras tanto, es importante mantenerlo limpio y seco. Usa una bolita de algodón con alcohol para limpiarlo si es necesario y evita sumergirlo en agua hasta que caiga por completo.
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Es común que la piel de los recién nacidos sea seca, manchada o incluso presente granitos o manchas como el eritema tóxico. Estos cambios suelen desaparecer solos en unos días. Por otro lado, sus manos y pies pueden lucir azulados, especialmente si tienen frío, pero deberían recuperar un tono rosado rápidamente al calentarlos.
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En esta primera semana, tu bebé estará principalmente haciendo lo siguiente:
La primera semana de vida es un período de grandes adaptaciones tanto para el bebé como para los padres. Recuerda que cada recién nacido es único y que muchas de las dudas o inquietudes que puedas tener son normales. Lo más importante es ofrecerle un entorno lleno de amor, paciencia y cuidados. Con el tiempo, irás descubriendo las necesidades y señales de tu pequeño, construyendo juntos una rutina que facilite su bienestar y el tuyo.
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